Desde hace más de 30 años, en el Colegio Obradoiro, tenemos clases de ajedrez dentro del horario escolar. “El ajedrez te ayuda a concentrarte. Cuando eres un niño tienes energía burbujeando, pero cuando juegas al ajedrez debes canalizar esa energía hacia la concentración”, afirma Michael Wang, un jugador de 17 años de ajedrez en Estados Unidos, sobre cómo influye este juego cuando se es niño. Pero el incremento de la concentración no es su único beneficio en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Jugando al ajedrez en el patio del colegio
El periódico New York Times realizó una publicación en el año 2011 hablando de una investigación alemana que demostró que los jugadores de ajedrez, a la hora de jugar una partida, ponen en funcionamiento ambos hemisferios del cerebro: se utiliza el izquierdo para identificar las piezas y el derecho para reconocer patrones o jugadas. Estos resultados fueron sorprendentes, ya que se pensaba que el papel protagonista lo tendría el izquierdo. Esto supone que no sólo fomenta el aprendizaje racional, sino que también estimula el desarrollo creativo.
En el colegio creemos que es muy importante que dicho deporte sea parte del sistema educativo y por ello, lo damos dentro de la jornada escolar y como una asignatura más.